A punto de cumplir los setenta y seis años, José James Marín Escarria mira hacia atrás y piensa que a lo largo de su vida es mucho más lo que ha perdido que lo que ha ganado. Padre de ocho hijos, militar de carrera, agente del DAS, detective privado y taxista, son muchas las historias increíbles que conserva en su memoria, pero prefiere pensar que las ha olvidado pues lo llenan de vergüenza y dolor. Prefiere vivir sus últimos años creando recuerdos nuevos, siendo el hombre que siempre soñó ser: Garufa, cantante de tangos. Un hombre que a diferencia de José James, es reconocido y recordado por su talento al cantar y bailar, por sus inagotables dotes de seducción, su amor por la diversión, la fiesta y las mujeres. Un hombre que pasa sus días cuidando y puliendo su voz, diseñando novedades para su acto y presentándose ante diferentes públicos en diferentes escenarios.